El comercio online crece año a año de forma exponencial. Y con ello se vuelve cada vez mas necesario prevenir el robo de identidad o la usurpación de identidad entendida como la acción de un delincuente para acceder a los datos personales de otra persona sin la autorización de esta para realizar compras fraudulentas o contratar servicios financieros sin ánimo de abonarlos.
Para prevenirte del robo de identidad tenés:
Alarmas de estado de cuenta y consulta de movimientos: Verificar constantemente tus movimientos con alarmas a tu email para identificar movimientos que no te acuerdes de haber realizado.
Contraseñas: Al generar tus claves de cajero automático y homebanking no tengas en cuenta fechas de nacimiento, números telefónicos o nombres de familiares. Si han robado tus datos personales serán la primera opción de los delincuentes. Además incluí letras mayúsculas, minúsculas y números combinados. ¡Y nunca las compartas! No divulgues en redes sociales o chats tus contraseñas.
Eliminación de documentos: Al tirar a la basura los resúmenes de datos asegurate de destruirlos de forma tal que no se puedan “rearmar” como si fuera un rompecabezas.
Resguardo de Documentos: Todos los documentos personales o archivos electrónicos importantes deben conservarse en lugar seguro para evitar que otras personas accedan a ellos.
Correos electrónicos: Se debe eliminar cualquier email de origen sospechoso o desconocido. Mejor no abrirlo y sumarlo a la lista de spam.
Conexión a sitios web: No ingreses tus contraseñas bancarias a ningún sitio que te indique un email. Ingresa directamente a la dirección oficial de la institución financiera y chequea que tenga el candado de “sitio seguro”. Buscá el candado cerrado y que la dirección web comience con “https://”. Tampoco accedas a tu homebanking desde locutorios, cibercafés o computadoras con conexiones de internet públicas. Si vas a realizar compras por internet asegurate que el sitio que visitas sea seguro y confiable. Una forma de saberlo es que conste en el sitio su denominación legal, políticas de venta y de privacidad y su ubicación física.
Ojos en la tarjeta: Al pagar presta atención a la persona que cargue los datos de la transacción para evitar un doble cargo o que tu tarjeta sea “clonada”.
Llamados extraños: Los bancos, financieras y tarjetas se ha puesto de acuerdo para no pedir datos personales por correo electrónico. Si un email te solicita tus claves, bórralo. No te llaman para pedirte usuario y contraseña de tus cuentas. Si lo hacen comentale que estas movilizándote a la sucursal.
El crecimiento del comercio online y las fintech hace que debamos aprender más sobre seguridad de la información. Prevenir el robo de identidad o la usurpación de identidad es una nueva responsabilidad para quienes nos sumamos a las compras on line o con medios de pago electrónicos.
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