Redes sociales y scoring bancario

“¿Tan importante es un “Me Gusta” en Facebook?” esa frase que intenta bajarle la importancia a las interacciones en redes sociales es combatida por algunas empresas que empiezan a realizar calificaciones crediticias según las interacciones en redes sociales de los clientes de algunas entidades bancarias. En tus dedos esta tu próximo crédito.

Bajo la bandera de eliminar el fraude y la alta morosidad algunas compañías han creado algoritmos que permiten, a través del cruce de información que toma como base el perfil de los usuarios en redes sociales, determinar si pagará o no su tarjeta de crédito o préstamo.

Históricamente la información tenida en cuenta al momento de otorgar un producto financiero y construir el “scrore crediticio” de esa persona ha incluido su experiencia crediticia (productos, morosidad y consultas) pero no seguiría siendo así por mucho tiempo. Varias empresas empiezan a marcar otro rumbo.

Una de las mas avanzadas es BIG DATA SCORING, perteneciente al grupo MASTERCARD, que ya tiene oficinas en varios países y ha logrado ponerse a la vanguardia de este nuevo modelo predictivo de otorgamiento de productos financieros.

El algoritmo determina en pocos segundos la probabilidad que tiene el usuario consultado de abonar una obligación crediticia en base a la información y comportamiento en redes sociales.

Para eso establece una correlación entre toda la información de la persona en si y la de sus vecinos para poder tener una comparación. Actualizar el perfil en Linked In permite mostrar responsabilidad lo cual es tenido en cuenta como una actitud de un buen pagador. El algoritmo se va puliendo con cada nuevo cálculo con lo cual se aseguran pulir su precisión en cada consulta.

Otra de la empresas que trabaja en ese sentido DataCrédito que en su web afirma:

“Un score de riesgo crediticio o score de crédito es un puntaje basado en un modelo estadístico que pronostica la probabilidad de cumplimiento de una persona en el pago de sus obligaciones.”

DataCrédito y Gig Data Scoring toman los datos e interacciones que los usuarios hacen en las redes sociales con la convicción de que la reputación online es un factor clave para detectar perfiles morosos que luego incumplan sus obligaciones crediticias.

En el mismo sendero tecnológico leí en un portal de tecnología sobre la “biometría del comportamiento”. Es el registro de la forma de presionar, desplazarse y escribir en una pantalla o teclado al punto tal de construir un patrón tan único y personal como las huellas dactilares de las personas. Algunos sitios crean un perfil del usuario a partir de la forma en que digitan datos en sus dispositivos. Parece ciencia ficción pero el Royal Bank Of Scotia y la empresa Nudata ya lo han implementado gracias a poder contar con poder de cómputo barato y la sofisticada gama de sensores integrados en la mayoría de las pantallas de los teléfonos inteligentes.

¿Y la privacidad? En la era de la Big Data la privacidad es un arcaísmo. Hasta que empieza a salir mal. Por el momento algunos encuentran una correlación entre comentarios en Facebook y el riesgo crediticio. ¿Quedará algo fuera de la matrix? ¿Cómo reaccionaran las asociaciones de consumidores cuando detecten que al usar datos sociales para la evaluación de crédito se tienen en cuenta raza, religión, género, estado civil y edad en contra de abundante legislación en contra de ello? La controversia es inminente. Cuidado con los memes, cuidado con las stories y cuidado con lo que vas a comprar con ese crédito tan ¿necesario?

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