Desde que comparto mis experiencia en finanzas personales me suelen llegar consultas que se resumen en esta frase:
Tengo una plata ¿Que me decís que haga? ¿Que me recomendás? Vos sabés de esto…
La única respuesta saludable que puedo brindar es un silencio respetuoso y la invitación a formarse en finanzas personales. ¿Por qué esa es la única respuesta? Transformarse de ahorrista en inversor no es para elitistas, cobardes, tacaños o vagos. Y los resultados de aconsejar a estas personas no pueden ser buenos. Quién realiza esta consulta puede ser catalogado con cualquiera de estos adjetivos y paso a explicarte el motivo.
Elitista
Busca tener información sobre inversiones que “no son para todos”, un dato mágico o súper secreto. Los “datos” son una lógica propia de las apuestas hípicas y conocemos los resultados negativos que esto puede conllevar.
Algo escribí sobre esta situación en la entrada “Mitos sobre invertir en bolsa”
Además en esta posición confiará 100% en una sola variable y en una sola opinión sin contemplar la mas mínima diversificación de su cartera o “no poner todos los huevos en la misma canasta”. Esta condenado al fracaso en el mediano plazo.
Cobarde
Como no ha aprendido de sus errores o ni siquiera lo ha intentado porque le genera miedo, la figura de un especialista le brinda una coartada: “Si sale mal la culpa no es mía.” ¡Cobardía financiera en su máxima expresión! El miedo se combate con educación e información sobre finanzas y mercado de capitales.
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Inicialmente podes comenzar con tutoriales en Youtube y luego con opciones mas profesionales. La cobardía será tema de consultar a un especialista en su despacho, no por email o en un evento social. Solo quiere sacarse la responsabilidad de él mismo para trasladarsela a otro.
Tacaño
Busca asesoramiento gratis por Whatsapp, a veces incluso en el grupo de padres del colegio. “Che, por esto no me vas a cobrar ¿Compro dólares o acciones? Una consultita nada mas” Es tan tacaño que puede llegar obtener malos servicios solo por evaluarlos a partir del precio sin tener en cuenta otras variantes. Nuevamente reduce su gestión financiera a un dato y a un analista pero guiado únicamente por el factor precio. Sin tener en cuenta perfiles de riesgo, montos invertidos, instrumentos adecuados y el tiempo necesario para construir una adecuada estrategia de inversión. No tiene otro objetivo que ganar mas gastando menos.
Vago
Piensa que dedicarle tiempo a formarse no tiene mucho sentido, por eso busca un atajo. Cree que su trabajo actual y la vida familiar no le permiten formarse en finanzas por eso busca informalmente en un especialista alguna vía rápida para invertir. Esta actitud suele tener como fondo el convencimiento que las finanzas “no son para mi, son aburridas, no las entiendo”
Vago, tacaño, cobarde y elitista tienen en común, por diversos motivos, el desconocimiento sobre finanzas personales y la suposición que la educación financiera no es para ellos. Muchas veces no obran con malas intenciones pero es un mal punto de partida.
¿Que pasaría si la respuesta fuese otra?
Nos enfrentaríamos a dos escenarios muy particulares:
Cielo e Infierno
Obviando todo lo anterior igual le doy una recomendación. Si esa inversión es buena le habré dado consultoría exitosa gratis desvalorizando mi trabajo pero el/ella tendrán mas dinero. Esta persona estará “en el olimpo” con el detalle que sigue sin saber como invertir ni construir sus fondos de emergencia o vacaciones para mas adelante con lo cual en el corto plazo volverá por “otra recomendación” o con la mala noticia de haber despilfarrado el dinero. Es un ejemplo del viejo proverbio chino “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enseñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”.
Si la inversión no es positiva tendré a un clon de Nito Artaza caceroleandome en cada evento social hasta transformarlo en un infierno recordandome los malos resultados de mi recomendación.
En ambos casos esta persona no mejora sus niveles de comprensión de sus finanzas personales y no progresa en su educación financiera. Por eso solicitar asesoramiento informal (Como puede verse también en algunos grupos de facebook) no es la mejor opción.
Tasa y Riesgo
No existe activos financieros con alta tasa y bajo riesgo. De hecho la excepcionalidad de las LEBACS y LETES en la Argentina se terminó hace rato. Cualquier recomendación sin conocer el perfil de riesgo del inversor es peligrosa y no recomendable. La aversión al riesgo que tenga el ahorrista al transformarse en inversor es central para construir su cartera. Ante cualquier variación en el precio puede mal vender su activo y perjudicarse económicamente.
Estos son los escenarios a los que se exponen elitistas, cobardes, tacaños y/o vagos. Hay muy pocas chances reales de realizar buenas inversiones actuando de esta manera. El especialista consultado no conoce al individuo, el individuo no conoce al especialista y lo que pueden construir con esos desconocimiento no le conviene a ninguno de los dos. El mejor consejo es guardar silencio sobre las inversiones de moda y sugerir aumentar la comprensión de las herramientas financieras. Ahora a escuchar un canción.
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