Después de los tamagochies llegaron los criptogatos. Las modas, las burbujas y los gastos innecesarios se reciclan. Los CryptoKitties o criptogatos son mascotas virtuales que les permite a los usuarios realizar tareas cotidianas con ellos. Entonces el usuario puede comprar, “alimentar”, especular y vender a su mascota virtual. La compra y venta será utilizando ether (ETH), la moneda virtual que disputa la supremacía blockchain al bitcoin.
En los últimos 18 meses se ha llegado a pagar ellos miles de dólares. Las transacciones totales acumuladas en este tiempo ya superaron largamente los US$ 8.000.000 según Crypto Kitty Sales. Su baja de precios en el segundo trimestre los pone al limite de la declaración de burbuja inmersa dentro de los mercados de las monedas virtuales. Una burbuja de gastos innecesarios en las finanzas personales de sus dueños.
Cada criptogato tiene su propio “ADN” codificado en 256 bits lo cual permite a la empresa “fabricante” lanzar una nueva mascota cada 15 minutos. Existen miles de “modelos” donde varían su color de ojos, pelo y forma corporal. Cada usuario establece su precio en función a estas características lo cual los ha llevado a alcanzar el 10% de las transacciones que se realizan en ether a nivel mundial. En diciembre de 2017 se conoció la venta de uno por 115.000 dólares.
https://youtu.be/qCcScvjNdhs
Especular con estos gatos virtuales que no tienen valor intrínseco más allá del que los usuarios quieran darle ha generado una suerte de burbuja al estilo tulipanes holandeses y sentimientos heridos como generaron los seamonkeys o los tamagochies.
Los gatos virtuales son criptocoleccionables ya que están nomenclados y respaldados por la red de ether. Lo cual los vuelve los verdaderos tulipanes del blockchain. CryptoKitties puede no tener las grandes ambiciones de otros proyectos de criptomonedas ¿O sí? Pero es innegable que ha ideado un mecanismo divertido y accesible para popularizar el uso de ether. Un juego que trabaja sobre los mismo parametros que los seamonkeys y los tamagochies.
Los CryptoKitties son tamagotchis de blockchain, no son cualquier tipo de mascota virtual, ya que permiten su reproducción si se abona la tarifa correspondiente, lo cual permite monetizar el proyecto a sus creadores. Esa monetización puede llevarte, por la experiencia de usuario que ofrecen, a sumergirte en una burbuja de especulación y gastos innecesarios. ¡Cuidado! Escuchalo a Joe