Stop Loss y alarmas son herramientas para la gestión del portafolio que todo inversor debería utilizar. Te ayudan a materializar tus ganancias y a reducir tus pérdidas. Ambas se utilizan para evitar ser sorprendido por el mercado.
Una alarma es un aviso que una acción o bono llegó a un precio objetivo que vos mismo determinas según tu estrategia. Stop Loss es una orden condicional de venta: Se ejecuta si la acción o el bono llegan al precio indicado. De suceder se dispara la orden de operación al mercado.
Un inversor podría comprar una acción, cargar un Stop Loss y una alarma de manera tal que pueda cortar la pérdida en caso de resultar una mala inversión y estar al tanto de la cotización del papel cuando esta en el objetivo planteado para decidir si vende el activo para materializar la ganancia o espera mejores resultados futuros en la cotización.
Operar en el mercado con stop loss y alarmas te agrega mucha certeza como inversor y acota el impacto de una mala decisión de inversión en tu portafolio. Muchas veces es mejor reconocer rápidamente una pérdida y buscar una nueva oportunidad que correr el riesgo de “quedarse” en el papel y profundizar la pérdida.
Así el inversor monitorea su inversión y estará protegido ante eventualidades. Incluso se protege de su propia desatención. Luego de la alarma podes poner un “stop loss” por encima del precio de cotización, en tu objetivo de precio para transformarlo en “take profit”, tomar ganancia en inglés. Aceptar el cumplimiento de objetivos y las pérdidas ocasionales de una inversión es una señal de madurez del inversor.
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